viernes, 9 de octubre de 2009

Homo Navarrorum



Qué pasa chavaleeeeeeeeees!!!!!!
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..............................CRI, CRI.............CRI, CRI.........
Lo sé, nadie me echaba de menos, pero hacía como doscientos millones de años que no posteaba (si eres creacionista como mucho hace 4000 años, cuando dios se tiró un pedo y surgimos como setas de detrás de debajo de un rincón de la nada absoluta), y me apetecía escribir y contaros mis últimas andanzas como a mí me gusta hacerlo, exagerando y rozando el absurdo; Más bien sobrepasando, pero coño, os gusta, lo sé.

Como casi todos sabéis, he cambiado de curro y ando viviendo en Navarra. He aprendido mucho este mes, sobretodo sobre los navarros. Son seres a medio camino entre el vasco de pueblo y el aragonés (que sólo hay de un tipo, el de la cueva :P) pero con una clase que sólo ellos tienen. Por muy forrado que estén y por muchos estudios que tengan, seguirán cagándose en dios por los siglos de los siglos las veces que haga falta. El universo de un navarro no gira alrededor del sol, ni de un dios tal como lo conocemos. Gira en torno a algo que va mucho más allá, algo mucho más profundo, algo que sólo un navarro puede vivir plenamente. Tienen su propia trinidad, y no podía ser más que lo siguiente: Hongos-Patxaran-Osasuna. En un mes, el 90% de las conversaciones han girado en torno a esas tres cosas. La primera de todas, las setas. Ser giputxi ya se percibe como si fueras un saqueador de tumbas o algo peor. La concepción que tienen del gipuzkoano medio es un ser escurridizo y madrugador, de tipo recolector masivo que se muestra insaciable con todo lo que pueda brotar del suelo del bosque y pueda llevarse en una cesta. Los gipuzkoanos les robamos su oro, su tesoro, por eso no tienen inconveniente en dejarte algún regalico (nótese el -ico en el diminutivo) en todo coche que aparque a la falda de sus montes con matrícula de Donosti.
Afortunadamente, son una especie muy sociable y poco rencorosa, y aprovechan lo que nos une para poder ir a nuestras playas y orinarlas. ¿Y que nos une? pues a ver, a parte del euskera, ¿qué más une a un giputxi y a un navarro? principalmente comer y beber (mucho, las dos cosas), pero en otro nivel igual de importante, que ambos somos víctimas del saqueo del Athletic. Ni todas las setas robadas por giputxis durante el último siglo les sangra más que Muniain marcando gol y besando el escudo del Athletic. Nada une más que odiar a un tercero conjuntamente. Es maravilloso.
De momento este mes sólo he conocido al Navarro del norte, al que más se nos parece, pero la semana que viene me trasladan a la zona africana de navarra, así que actualizaré de nuevo extendiéndome con la misma chorrada.
Empezaré con chorradillas de estas, pero con el tiempo volveré a lo mío, a la biblia en verso divagando lo que haga falta.

6 comentarios:

Anita dijo...

Bueniiiiiiiiiiiiiisimo!!

Anita dijo...

Bueniiiiiiiiiiiiiisimo!!

Jon dijo...

pelotaaaa! que sé que lo haces para reducir la deuda :P

Anónimo dijo...

jeje sí que es bueno sí, es digno de columnista!! Por cierto, me alegro de que vuelvas con Alberto, Ana. No me lo ha dicho nadie, pero es volver de vacaciones y solo 5 minutos en Facebook y aquí dejáis los dos mas rastros indirectos del suceso que la hostia!! xDD. Lo dicho, me alegro!!

P.D.: Ana, le das doble clic a publicar comentario o q pasa?? siempre sales duplicá!!!

Lucas dijo...

Solo te ha faltado hablar del fenomeno "a que no hay huevos"
del que sufren TODOS los navarros (de hecho es un fenómeno casi como el ser bilbaíno, que solo por el hecho de tener que reaccionar a esa frase te convierte en navarro aunque seas oriundo de Tegucigalpa).

Con esto y lo cabezotas que son (solo superados por aragoneses de pura cepa) hay unos cuantos miles de chistes.

Ana dijo...

Muchas gracias, Chacho!!! Toy súper happy! Y sí, le doy dos veces porque pienso que no va a salir... Soy una impaciente qué le voy a hacer... Así que nada, en breve le volveréis a ver!