domingo, 18 de octubre de 2009

Tensión en el ascensor


Estamos de vacas gordas señores! tres actualizaciones en menos de un mes! Omitiremos lo del crecimiento de cantidad a costa de la calidad. Hoy voy a hablar de un tema super manido (quería emplear la palabra manido alguna vez. Me recuerda a...no sé...quién me ayuda??? ejem Ana, Chacho, ejem). Pues eso, que voy a hablar del ascensor.
He vivido casi toda mi vida en una casa sin ascensor y no conocía todo lo que puede dar de sí. Aunque el último año he vivido en un tercer piso, realmente uno no sabe lo que es un ascensor hasta que vive en un décimo (de lotería de la once sí).
Para mí un ascensor era una forma rápida de subir y bajar sin cansarse y nada más. Ahora me doy cuenta de lo que es. Es una habitación de relaciones sociales humanas tensas. Cuando uno vive en el décimo piso, el ascensor no es un trayecto, es un largo viaje. Y tener como compañero de viaje a un completo desconocido que se sube nada más y nada menos que un piso más abajo que tú, no es del todo cómodo. Se abre la puerta, entra el desconocido y si tienes buen día saludas con alegría. Recibes de su parte un saludo que bien podría hacer mi perro cuando tiene tos (los perros también tienen tos. Los peces no, porque sería super gracioso). Pues bien, después viene el interminable trayecto. El vecino de turno mira el rótulo luminoso indicador de pisos como si no supiera cuál viene después. Digo yo que si coges el ascensor en el piso 9, cuando le das al botón para bajar al 0, en la pantalla aparecerá el 8, el 7, el 6, el 5, el 4 y los que siguen. Pues la peña no se fía! miran a la pantalla por si les han cambiado el 4º por el 7º mientras dormían o qué sé yo. A veces me los imagino descargándose una peli en el ordenador de su casa vigilando la barra de progreso. Sin levantarse para mear o para comer algo, ¡no vaya a ser que la barra de progreso en un descuido retroceda! Pues bien, a mí esta conducta me desconcierta y me da la risa floja. Acontecimiento que hace más tenso el resto del trayecto.
Vamos a ver, si sabemos que en el ascensor te puedes encontrar con un vecino al que no conoces, tienes dos opciones. La primera bajar o subir andando. Descartada. La segunda consiste en abrirse y olvidarse del indicador de pisos. Si vas a pasarte tanto tiempo en un habitáculo tan pequeño compartiendo oxígeno con un desconocido, qué menos que saludar, hablar del tiempo o lo que sea. Es lo mejor que se puede hacer. Aguantarse un pedo 10 pisos es difícil, y si se te escapa, que menos que sea en confianza, no?. No concivo que alguien se eche un cuesco en el ascensor sin haber hablado antes del tiempo o de fútbol. Vaya, que somos muy vergonzosos para decir que qué frío hace pero no tanto como para no aguantarnos un jodido y apestoso pedo. A mi parecer es una forma demasiado brusca de romper el hielo, pero oye, seguro que dejan de mirar el indicador de pisos.
Por mi parte, como ya imagináis no tendré ningún problema para romper el hielo. Y no es que sea de esfínter fácil, sino que tengo todo lo que necesito para dar conversación en Navarra. No hay lunes que no coja el ascensor sabiendo lo que ha hecho el Osasuna el domingo. Contra quién jugaron, dónde, quiénes marcaron y las incidencias más importantes. En caso de que no parezca un acompañante futbolero, tiro del resto de la santísima trinidad navarra, setas y patxaran;
Esto hace que me pregunte cómo serán mis vuelos de muchicientas horas a Shangai en clase turista con un chino al lado. Cuánto voy a tener que aprender sobre fútbol chino.

11 comentarios:

Anita dijo...

Lo de manido ya sabes a qué suena, so cochino!!jeje. Y yo más que de fútbol chino, me pondría las pilas con el ping pong, que allí pega mucho. Afortunadamente, toda la vida he vivido en un primero y subir las escaleras es el único ejercicio que hago (en breve me apunto al gym).

Anónimo dijo...

Buff, yo he vivido siempre en un séptimo, me llamo David Ortiz y las conversaciones de ascensor son pan comido para mi, me conocereis de libros como "Siete temas para siete pisos", "¿Tú a qué piso vas?" o el Best Seller "Cambiate en el ascensor y ahorra tiempo"


P.d.: Eres grande, son muy buenos los monólogos...

Jon dijo...

Poque has dicho que eras Ortiz, lo demás habría dicho que eras Troy McClure!...."puede que me recuerden de anteriores episodios...." xD

Anónimo dijo...

Yo con lo que me he quedao flipao es con que Ana te llama cochino...

En serio no ha pillao lo de los maníiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeszszzszszszszszszszs??

Anónimo dijo...

P.D.: Muy bueno este, Jon, de verdad. Yo soy de los que mira el suelo, luego el techo, luego suspira, luego los números, y fuera. Cuando voy solo, me dedico a poner muecas en el espejo y, mirar arriba, abajo... pero yo también soy de los que no tengo ascensor... tengo sueño.

Jónathan dijo...

Mola!!

Mirate la sección de "Yo nunca.." del blog. Tiene su parecido.

Anita dijo...

Alaaaaaa, es verdad Manniiiiiiiiiiies!!!jajaja, con la lata que me disteis en aquel viaje,jajaja. Es que por las mañanas no reacciono...

Anita dijo...

Alaaaaaa, es verdad Manniiiiiiiiiiies!!!jajaja, con la lata que me disteis en aquel viaje,jajaja. Es que por las mañanas no reacciono...

Anónimo dijo...

En cambio tu dedo índice está hiperactivo!!

Jon dijo...

Por partes:
1- Tenemos lectores! Un saludo para Jónathan que dios sabe cómo ha llegado a entrar y leer este blog de consumo interno. Supongo que como lo hizo Mireia en su día¿? Echad un ojo a su blog, que, a juzgar por la entrada de "yo nunca", trata lo escatológico como debe ser, con humar, naturalidad y absurdo ;)
2- Ana...cómo que por las mañanas no reaccionas? Qué haces por la mañana en el periódico? la tira cómica? y a la tarde lo serio? MA-NÍ-ES!!!! Te lo voy a tener que repetir más a menudo y con voz más chirriante.
3- No he acabado contigo Ana. Seguimos sin aprender que con un click basta eh. Eres muy generosa comentando doblemente cada vez :P

Anita dijo...

Lo hago pa' que parezca...